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31 de julio de 2012

ADOBO

El ADOBO es un aliño con apariencia de caldo o salsa que antiguamente se empleaba como conservante además de como condimiento.


En la actualidad, con la generalización de las cámaras frigoríficas, el ADOBO tiene la misión de aromatizar la materia prima, principalmente.

Los alimentos a conservar o aromatizar con ADOBO son siempre CRUDOS: carnes, aves, pescados y otras materias primas. Una vez bañados con el ABODO se conservarán en frío dentro del frigorífico y NO MÁS DE 48 HORAS.

Los ABOBOS pueden ser de dos tipos, líquidos o secos. La diferencia entre ambos está en que en los primeros, como se indica, se emplean líquidos, tales como: vinagre, zumo de limón, licores o vinos.

Dependiendo del producto a ADOBAR pueden variar los ingredientes que componen el ADOBO pero, en líneas generales, son: ACEITE, VINAGRE (o LIMÓN o VINO o LICOR), AJO PICADO, SAL, PIMENTÓN (que tiene propiedades antibacterianas), y hierbas aromáticas y especias (orégano, perejil, tomillo, comino, etc.).

Las cantidades a emplear dependerán de la intensidad del aroma que se le quiera dar a la materia prima a adobar.

Normalmente, para adobar carnes, se emplean como líquidos tanto el vinagre como los licores y el vino.
 
 

En pescados, el vinagre es el líquido más habitual.


25 de julio de 2012

ENSALADILLA

La ENSALADILLA es siempre un buen recurso culinario como entrante para días de verano. También como tentempié o aperitivo para cualquier jornada del año.


La receta es sencilla y económica, así como entretenida de realizar.

Para que la disfruten 4/5 personas, en función de la ración, necesitaremos:

500 gr de patata
4 zanahorias
2 huevos
200 gr de atún
½ litro de mayonesa
2 pepinillos en vinagre
Unas 20 aceitunas
2 cucharadas de guisantes
Aceituna negra, espárragos y pimiento rojo del piquillo, para decoración
Sal, c/s

Comenzaremos por preparar los ingredientes.

Pelamos las patatas, las lavamos, las cortamos en daditos. Pelamos las zanahorias, las lavamos y las cortamos en daditos. Cortamos los pepinillos y los picamos en pequeños trocitos. Hacemos lo mismo con las aceitunas, bien picaditas.


Mientras ponemos en una fuente el atún (sin nada de aceite ni humedad y bien desmenuzado), los guisantes y las aceitunas y pepinillos bien picaditos, ponemos al fuego una olla pequeña con agua fría y sal para cocer los huevos. Estarán duros, ya sabes, a los 8 minutos de romper a hervir el agua.
También ponemos al fuego otro recipiente con agua. Cuando rompa a hervir, añadimos la zanahoria. Al estar cortada en pequeños dados, se hará rápido; unos 15 minutos. Puedes probar, que esté tierna. Sacamos y refrescamos en agua fría. Reservar.

Seguimos el mismo proceso con la patata. Agua fría al fuego y cuando esté hirviendo, añadir la patata. En 10 minutos, como mucho, debería de estar hecha y entera, sin deshacerse los pequeños dados, que quedarán enteros. También sacamos y refrescamos en agua fría.


Cuando los huevos estén cocidos, lo mismo. Sacarlos y refrescarlos en otro recipiente con agua fría.

Hacemos esto porque así como no se puede mezclar comida hecha con comida cruda, para evitar posibles contaminaciones cruzadas de alimentos, tampoco es aconsejable mezclar lo frío y lo caliente. Esperamos a que todo tenga igual temperatura.

Y, finalmente, empezamos a mezclar.


En la misma fuente en la que ya teníamos algunos elementos de la ensaladilla, añadimos la patata y zanahoria en dados, así como los huevos, que habremos pelado y picado bien.



Removemos bien y añadimos sal c/s.

Preparamos la mayonesa, como ya sabes (ver BASES DE LA COCINA), y la añadimos a la ensaladilla.


Removemos bien todos los ingredientes, y probamos al gusto de sal, para corregir, si fuera necesario.


Nivelamos la ensaladilla en la fuente, añadimos un poco más de mayonesa para cubrir y ya, por último, decoramos. En este caso, con aceituna negra, espárragos y un pimiento rojo del piquillo, cortado en tiras.

Si no la vas a comer ya, guárdala en frío. Antes, cúbrela con papel film (plástico) para que el aire fresco del frigorífico no toque la capa externa y evitar el cambio de tono de la mayonesa y que se haga costra.

Deja que tus invitados o familia se sirvan. Parece que da más gusto a la hora de picar. ¡Qué buena!




PARRILLADA DE VERDURAS

Si te gusta la verdura variada aquí tienes esta PARRILLADA que te servirá como picoteo o como estupendo primer plato.


 
 
Una PARRILLADA DE VERDURAS, sencilla de elaborar y con una presentación más que atractiva al ojo. Ya verás cómo sólo cocinándola la boca se te empieza a hacer agua, como suele decirse.

Para 4 personas necesitaremos:
2 tomates naturales bien hermosos
2-3 unidades de champiñón por persona, dependiendo del tamaño
1 pimiento rojo, grande
1 pimiento verde, grande
2 cebollas, grandes
1 calabacín de buen tamaño
1 berenjena grande
Aceite de oliva, c/s
Sal, c/s

La elaboración no es complicada:

Comenzaremos por lavar bien los tomates y quitar la base. Limpiar los champiñones y quitarles bien la tierra. Lavar y quitar el tallo y las pepitas de los pimientos rojo y verde.

Pelar las cebollas y quitarles su base.

Limpiar la berenjena y el calabacín.

Después procederemos al corte. Los champiñones, en láminas gruesas. Todo lo demás, en rodajas también gruesas. ¿Por qué?




Si las rodajas las haces finas, la verdura se hará muy rápido a la plancha pero quedará casi quemada. Si el corte es grueso, se harán más lentamente y quedarán doradas por fuera pero tiernas por dentro; es decir, quedarán más carnosas y sabrosas.

Una vez todo preparado, pondremos la plancha a calentar. Si no tenemos plancha, en una sartén grande y plana. Las hay para hacer comida a la plancha. Y si no, usa tu sartén de siempre, qué vamos a hacer.



Calienta bien la plancha o la sartén, y procederemos del siguiente modo.

1.- El aceite no se echa nunca sobre la plancha. Por eso, pondremos aceite en un plato hondo e iremos pasando cada pieza por él.
 
 

2.- Tendremos en cuenta la dureza de la verdura; es decir, la que más tiempo lleve en hacerse será la primera en entrar en la plancha (pimientos y cebolla). Luego puedes proceder con el resto: berenjena, calabacín… dejando los champis para el penúltimo lugar, que sueltan agua y se hacen rápido, y el tomate, al final, que es líquido puro, muy carnoso y se hace pronto.




3.- Como los champiñones y la berenjena tienden a oxidarse, puedes ponerlos en agua con un poco de limón si vas a tardar en hacerlos o mientras esperan su turno.

A medida que vayas haciendo la verdura, la puedes colocar sobre una bandeja de aluminio o con papel aluminio para que aguante el calor, y distribuyéndola por grupos o tandas. Quedará una presentación más atractiva.

Cuando tengas toda la PARRILLADA hecha, sazona al gusto.

Ya está.

Puedes sacar la bandeja y que se sirvan los comensales, o bien distribuir en raciones por persona.



¡Que la disfrutes!



16 de julio de 2012

ALBÓNDIGAS A LA JARDINERA

Preparar unas albóndigas es siempre un buen entretenimiento que requiere de algo de maña pero comerlas es más divertido y, sobre todo, más sabroso.


Para cocinar estas ALBÓNDIGAS A LA JARDINERA que te presento hoy, necesitaremos los siguientes ingredientes y cantidades para 5/6 personas:
Carne picada (cerdo, ternera o mixta) 750 gr
Huevos, 3
Pan duro, unos 300 gr
Leche, c/s
Piñones, 5 gr
Perejil, c/s
Ajo, 3 gr
Sal y pimienta, c/s
Cebolla, 150 gr
Zanahoria, 100 gr
Guisantes, 100 gr
Salsa de tomate, 300 gr
Caldo de ave, c/s
Patatas, 500 gr

Y el procedimiento que seguiremos será el siguiente:

Tendremos preparado o prepararemos: una SALSA DE TOMATE y un CALDO DE AVE (ver BASES DE LA COCINA, para ambos casos). Reservaremos.
Y luego nos pondremos a preparar la carne picada con la que haremos las albóndigas, que son las estrellas de nuestro guiso.
Para ello, pondremos el pan duro a remojo en un recipiente con un poco de leche para que así se ablande. Picaremos bien el ajo y el perejil, si es fresco.



En una fuente, mezclaremos bien la carne picada con el pan bien escurrido (que no tenga humedad), los piñones, el perejil, el ajo, la sal y la pimienta. Batiremos los huevos y los agregaremos a la mezcla anterior, removiendo bien y ligando todos los ingredientes.

Si vieras que no has escurrido bien el pan que has remojado en leche y que la mezcla no te queda bien ligada porque hay humedad de sobra, puedes añadir un poco de pan rallado para dejarla compacta; unida pero jugosa. Nunca seca.



Llega el momento de hacer las albóndigas; es decir, darles la forma de bolita. Trata siempre de hacerlas todas de parecido tamaño y con un volumen aceptable, no enormes.

Para ello, pon harina en un plato y, también, imprégnate las manos de harina. Con una cuchara, te ayudas para coger un poco de carne picada que bolearás con las manos. Da una primera pasada, dejando la primera albóndiga redondita. La pasas por la harina del plato y la boleas un poco más. Ya con la forma, la depositas en otro plato limpio, y así, sucesivamente, con cada albóndiga. No debes amontonarlas unas sobre las otras. Cada una tendrá su espacio. En caso contrario, se te acabarán pegando unas con las otras y perderán su forma y su encanto.


Ahora que ya las tienes, las fríes y las dejas apartadas.


Podemos empezar a preparar la salsa.
Pelamos y cortamos, bien picadita la cebolla; pelamos, lavamos y picamos la zanahoria en pequeños daditos … y en una olla con aceite de oliva caliente, comenzamos a hacer un sofrito.


Sofreímos las verduras por orden de dureza; es decir, por mayor resistencia de la verdura a quedarse blanda. Así, añadiremos primero la zanahoria, y un poco después la cebolla… Seguiremos luego con los guisantes… Añadiremos la salsa de tomate, el fondo de ave… (el suficiente pero sin pasarnos, ya que es una salsa, no una sopa) y agregaremos las albóndigas.


Dejamos cocer, a baja potencia, tranquilamente y sin prisa, hasta ver que la verdura esté tierna. El guiso ya estará listo.
Si quieres “aumentarlo” y si te gusta la patata, puedes pelar, lavar y cortar las patatas, también en daditos. Los freiremos en abundante aceite y los agregaremos al guiso en los últimos 5 minutos de su cocción.





Espero que te gusten estas ALBÓNDIGAS A LA JARDINERA; directas a tu paladar.


12 de julio de 2012

ARROZ A LA CUBANA

El conocido como ARROZ A LA CUBANA es, en realidad, un plato español de muy fácil elaboración y muy socorrido para momentos en los que no tengamos nada preparado. Nos permite salir airosos de forma económica y empleando ingredientes básicos que casi siempre tenemos en casa.
 
 

Será muy grato para nuestro paladar y también sorprendente por el contraste de dulce y salado.

Dado que se puede preparar como plato único, ya que es muy completo, y para que no nos resulte muy pesado, necesitaremos: 

Arroz, unos 80 gr por comensal
Agua c/s
Sal c/s
Salsa de tomate c/s
Huevo frito, unidad por comensal
Plátano, unidad por comensal (a mí, con medio, me sobra)
Aceite de oliva

El procedimiento será el que sigue:

Comenzaremos por preparar una SALSA DE TOMATE (ver BASES DE LA COCINA) como ya te he enseñado, y mientras ésta se hace, pondremos a fuego vivo una olla de tamaño adecuado con agua y sal en cantidad suficiente.


Una vez este agua rompa a hervir añadiremos el arroz necesario en función del número de comensales. Dejaremos hacer y vigilaremos su grado de cocción. Normalmente, el arroz debería de estar hecho a los 15 minutos, más o menos. Observemos que está hecho, tierno pero sin deshacerse y, sobre todo, suelto.

Retiramos del fuego, sacamos el arroz del agua caliente y lo enfriamos en agua fría, valga la redundancia. Así frenamos la cocción, bajamos la temperatura y el arroz quedará bien entero. Veremos cómo en la otra olla queda el agua con el almidón que el arroz ha soltado. Se queda el agua de color blanco y espesa.

Refrescado el arroz unos segundos, sacamos del agua y escurrimos bien, quitando toda la humedad. Reservamos.


Ya sólo nos quedan dos cosas, con las que no tendrás problema:

- hacer un huevo frito (eso ya lo vimos en su momento);
- freir el plátano: para ello, lógicamente, lo pelaremos y lo cortaremos en dos, por la mitad, de un extremo al otro.  Lo freiremos en aceite de oliva, a fuego vivo pero sin pasarnos para que no se queme. El azúcar que contiene el plátano hará que se dore.

Ya sólo tienes que emplatar: arroz, salsa de tomate, huevo frito y plátano. Si quieres ser original, puedes usar un molde para dar forma al arroz. Una flanera puede servir, por dar ideas.


¡… y listo!


9 de julio de 2012

CHALOTAS GLASEADAS

Si estás buscando una guarnición rica, de apariencia delicada y que embellezca tus guisos, te presento estas CHALOTAS GLASEADAS (PEQUEÑAS CEBOLLAS CARAMELIZADAS) con las que recibirás alta nota y que serán, espero, más que recordadas.


Como norma, para 1 KG de CHALOTAS, CHALOTES o ESCALONIAS, necesitarás también:

750 ml de agua o de caldo
100 gr de mantequilla o manteca de cerdo
50 gr de azúcar
Sal c/s

La elaboración no es complicada pero deberás prestar atención en algunas fases del proceso:

Comenzaremos por pelar las CHALOTAS. Debes tener cuidado a la hora de cortar ambos extremos aplanados de las cebollitas. Corta lo justo y necesario para poderlas pelar pero no más; son precisamente esos extremos los que mantienen unidas las capas de la CHALOTA. Si cortas más de la cuenta, la ESCALONIA se deshará. Si lo haces bien, siempre quedará entera, de una pieza.



Para hacerlas, usa un recipiente adecuado a la cantidad que vayas a cocinar y suficientemente amplio para que estén holgadas y no se amontonen. Pon el agua o el caldo justo y necesario para cubrir las CHALOTAS; el azúcar, la sal y cuando el líquido coja temperatura, también la mantequilla o manteca de cerdo, que se irá deshaciendo.


Tapa el recipiente y déjalas cocer a media potencia.

Si pasados unos 10 minutos ves que las CHALOTAS están ya cocidas pero el líquido no ha reducido, sácalas, las reservas, y deja que reduzca. Si quieres, puedes darle al fuego un poco más de intensidad.



Verás como el agua o caldo empleados va bajando de volumen, y adquiriendo una tonalidad rubia y de rubio a caramelo, a medida que se consume el líquido y va aflorando el azúcar que habías empleado.

Agrega entonces, nuevamente, las CHALOTAS y deja que terminen de hacerse bien tiernas mientras acaba de consumirse el líquido y las pinta de caramelo, bañándolas con una película brillante y más que atractiva y apetecible.



No dejes que se doren demasiado, para evitar que se amarguen, ni que se evapore del todo el líquido, para que no se quemen o se peguen.

Ya las puedes incluir en la elaboración de la que serán acompañamiento.




 ¡Que aproveche!