¿Quién puede resistirse a una buena TORTILLA DE PATATAS? No es complicada de hacer pero hay que ser minucioso/a.
Los ingredientes básicos son: patatas y huevos.
Luego, existen las variantes, según gustos; la más popular, con
cebolla. Hay quienes, además, añaden pimiento rojo o pimiento verde.
Además, hay quien le pone más cantidad de huevo para que esté más
jugosa. Va, en gustos. Y quien la deja más o menos cuajada. También, por gusto.
Pero mejor cuajarla bien, sobre todo en verano, para evitar riesgos con el
huevo.
Por regla general, las proporciones son: 5 huevos por cada 3 kg de
patata. Yo, que me gustan jugosas, suelo considerar huevo y pico por persona.
En este caso, he realizado una tortilla para tres personas con las
siguientes cantidades:685 gr de patatas
150 gr de cebolla
55 gr de pimiento verde
4 huevos
Aceite oliva
Sal (al gusto)
Comenzamos por pelar las patatas, lavarlas bien y cortarlas en finas lonchas. También picaremos el pimiento verde y la cebolla, en pequeño tamaño.
Pondremos
la sartén al fuego con aceite de oliva, no demasiado abundante, y cuando esté
caliente, echaremos todos los ingredientes juntos (patata, cebolla, pimiento).
Se trata de “pochar” los ingredientes a fuego medio; no de dorarlos o
quemarlos.
Los
sacaremos del fuego cuando estén blandos y los escurriremos bien de aceite.
Batiremos
los huevos ligeramente, evitando que formen espuma. Cuando hay mucha espuma,
ésta se endurece al coagularse y le resta jugosidad a la tortilla.
Mezclamos
ahora todos los ingredientes y añadimos sal, a tu gusto.
Ya estamos
en la recta final.
En una
sartén antiadherente, con base gruesa, pon un fondo mínimo de aceite de oliva.
Cuando el aceite esté caliente y humee, pero sin quemarse, vertemos la mezcla.
Esperamos unos segundos, y moveremos la sartén para evitar que la tortilla se
pegue. Bajaremos la potencia del fuego y con un tenedor, iremos redondeando los
bordes de la tortilla. Cuando veamos que se desliza por la sartén, es que esa
cara está hecha y entonces, ayudándonos de un plato hondo colocado sobre la
sartén, le daremos la vuelta (una mano agarra la sartén y la otra mano, el
plato). La tortilla quedará en el plato.
Aprovechamos
para limpiar la sartén, poner un poquito más de aceite, que se caliente, y pondremos
de nuevo la tortilla en la sartén para cocinar la cara que aún estaba cruda.
Sacudiremos
la sartén frecuentemente para que no se agarre y hasta que la tortilla esté
cuajada.
Y ya está.
La podemos servir.
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