TORTITAS

Un buen modo de endulzar el comienzo del día puede ser comer unas sabrosas TORTITAS. También puedes pensar en ellas como postre para una buena comida.

Para elaborar una buena cantidad, necesitaremos:

320 gr de harina

500 ml de leche

2 yemas de huevo

2 claras de huevo

50 ml de mantequilla

15 gr de impulsor

15 gr de azúcar

Punto de sal

El procedimiento no es complicado:

Comenzaremos por separar las yemas y las claras de los huevos, colocándolos en dos recipientes distintos.

A continuación, fundimos la mantequilla, batimos las yemas con parte del azúcar  y mezclamos la leche, las yemas batidas y la mantequilla fundida.

Utilizamos posteriormente el bol donde tenemos las claras para batirlas con el resto del azúcar y montamos las claras. Bate con energía hasta que tomen cuerpo y color blanco. Obtendrás un ligero merengue. Deja reposar.

En otro bol, mezclaremos la harina, la pizca de sal y el impulsor.

El impulsor es una especie de levadura química que permite que el producto a elaborar aumente de volumen (suba) al contacto con el calor. Impulsor puede ser, por ejemplo, los conocidos polvos Royal, que se venden en España.

Ahora mezclamos todos los ingredientes en un mismo recipiente, poco a poco, y con movimientos envolventes (movimientos lentos, circulares, de arriba a abajo) hasta que obtengamos una pasta bien uniforme. No batas, solo remueve. Que no queden grumos.

Por último, es el momento de hacer las TORTITAS en la sartén.

Para ello, pon la sartén al fuego, que se caliente bien. Unta el fondo con un poco de mantequilla, hasta que se funda.

Luego, con un cacito o cuchara grande, coge un poco de la pasta y déjala caer sobre la mantequilla. Cuando veas que ha cuajado, se ha dorado un poco y se despega bien del fondo de la sartén, es el momento de darle la vuelta y cuajar su otra cara. Verás cómo suben de volumen y salen bien esponjosas.

Repite este procedimiento hasta que hayas "liquidado" toda la pasta y tengas una montaña de TORTITAS.

Las puedes presentar con cobertura fundida (chocolate) y nata montada.
También están buenísimas con mermelada de diversos sabores; en este caso, de fresa.

¡Que las disfrutes!